VIVIR SEGURO Y NO MORIR EN EL INTENTO
La seguridad es
un factor que busca el ser humano desde el origen del tiempo.
Pero… ¿Qué
entendemos por seguridad?. Podemos encontrar un sinfín de significados,
clasificaciones, calificaciones, etc. que buscan dar respuesta a esta palabra.
Pero, al fin de
cuentas, la seguridad es un estado de ánimo, una percepción individual, por lo
que afecta a cada persona de una manera diferente. Esto es, para lo que a unos
puede ser seguro, para otros no lo es.
Vivimos
preocupados por la seguridad (seguridad en el trabajo, seguridad en los viajes,
seguridad en las relaciones personales, etc.) Nadie quiere asumir riesgos que
pongan en peligro su estabilidad.
Sin embargo, son
los audaces los que triunfan. Los que, a pesar de los riesgos e incertidumbres,
creen en sus posibilidades y se lanzan en busca de los que otros sueñan.
Vivir pendientes
de la seguridad, es tan perjudicial como no medir los riesgos a los que nos
enfrentamos. Los niños, cuando dan sus primeros pasos, comienzan agarrándose a
los objetos para asegurarse. Luego, con el tiempo, asumen el riesgo a caerse y
se sueltan. Buscan el objetivo final, conociendo los riesgos inevitables que se
interponen en su consecución.
La vida, en sí,
es riesgo. Los avances tecnológicos que sirven para mejorar nuestra calidad de
vida, acarrean nuevos peligros a los que nos debemos enfrentar. Un claro
ejemplo de esto es Internet. Hoy en día podemos realizar gestiones,
comunicarnos con personas que se encuentran a miles de kilómetros, personas que
nunca conoceremos personalmente, podemos ver países que nunca visitaremos,
podemos disponer de información independiente, etc. Sin embargo, también
podemos ver como se construye una bomba, se puede acosar a compañeros de clase,
se puede utilizar para producir delitos, etc.
Por ello, ¿debería estar prohibido? o ¿debemos asumir los riesgos?.
La seguridad en
centros comerciales marca una gran diferencia. La seguridad es parte de la
imagen, de la marca de la empresa. La inversión en seguridad implicará aumento
en la producción.
En los estudios
de mercado de cualquier centro comercial se evalúan:
-
La
arquitectura del edificio.
-
Los
servicios.
-
La
oferta comercial.
-
La
limpieza.
-
La
facilidad del aparcamiento
-
La
seguridad.
-
Los
eventos (animaciones, sorteos, etc.)
-
Otros
Dentro de ese
estudio, el centro comercial que dispone de buena valoración del departamento
de seguridad, verá incrementada la valoración en el resto de aspectos.
Cuando aplicamos
los criterios de seguridad al resto de actividades del centro comercial,
conseguimos que estos cumplan su objetivo final. La limpieza asegura la calidad
visual y estética del edificio y evitan accidentes. Techos altos aumentan el
tiempo que tarda el humo en inundar una galería comercial, facilitando la
evacuación en caso de incendio: además dan sensación de amplitud y son más
estéticos. La facilidad de aparcamiento garantiza el acceso de clientes,
incrementando las visitas y, por consiguiente, la media de ventas, pero además
evita enfrentamientos por ocupar un aparcamiento…
Debemos aplicar
estándares de seguridad, a cada uno de los departamentos de nuestro negocio,
para garantizar el correcto funcionamiento de la actividad, También deberemos prever
protocolos para para minimizar los daños, en caso de verse vulnerados dichos estándares
de seguridad.
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